La creatividad es un estilo de vida, se ejercita todos los días y una filosofía. La creatividad es una función nata que todos tenemos. Se podría generar una fuerte discusión entre “artistas” y “no artistas” argumentando quiénes son más creativos. Lo más importante, todos la utilizamos a diario, pero el estilo de vida actual nos ha hecho dejar nuestros sentimientos e intuiciones a un lado, pues el mismo hemisferio encargado de la generación de las emociones, es donde se generan las ideas.La creatividad es un estilo de vida, se ejercita todos los días y una filosofía. La creatividad es una función nata que todos tenemos. Se podría generar una fuerte discusión entre “artistas y no artistas argumentando quiénes son más creativos. Lo más importante, todos la utilizamos a diario, pero el estilo de vida actual nos ha hecho dejar nuestros sentimientos e intuiciones a un lado, pues el mismo hemisferio encargado de la generación de las emociones, es donde se generan las ideas.
La creatividad tiene varios enemigos, los demás y tú mismo. El más cruel de todos eres tú.
La autocensura, el razonamiento excesivamente lógico, el miedo al ridículo, el querer “crear algo totalmente nuevo”, los egos, el no saber escuchar y la planeación excesiva son procesos estresantes que no nos permiten utilizarla.
La autocensura es uno de los principales problemas. Imaginemos una junta creativa:
Todos está abiertos a proponer. Entonces, uno de ellos dice su gran idea, todos oyen, algunos con cara de “no entiendo nada”, otros solo fingen poner atención porque están inmiscuidos en sus propios pensamientos y dejan de escuchar. Al terminar de proponer su idea, lo primero que suecede es que todos la filtran y la comparan con las propias.
Entonces viene el primer enemigo al ataque, el razonamiento excesivamente lógico y el ego, quien dice con argumentos lógicos muy convincentes que la idea tal vez no es práctica, o que no va con los objetivos, o que es muy difícil. La idea muere, el proceso creativo se ha detenido.
No se construye sobre las ideas. ¿Qué pasó aquí? Dejamos que la lógica entre en juego, y el primer enemigo a la creatividad es el pensamiento lógico, pues utilizamos información previa para filtrar las ideas. El aspecto más importante es dejarlas salir, ya estando fuera y sobre la mesa, se seleccionan, se construyen, se modifican, pero se toman en cuenta pues son gatillos que detonarán más ideas.
El que propuso la idea, automáticamente dejará de proponer, de creer en sus ideas, y los demás, al ver lo que sucedió se autocensurarán y, en vez proponer, dirán cosas que creen les gustará a los demás.
Las grandes ideas han partido de ideas descabelladas aparentemente. ¿Cómo comunicarme sin estar frente a una persona? El teléfono. ¿Cómo tener iluminado un cuarto sin fuego? El foco. ¿Cómo estar en contacto con todo el mundo sin moverte de tu silla? El internet. Si en el momento que esas ideas fueron creados, las hubieran juzgado con la lógica, nunca nunca se hubiera realizado. Ellos escucharon su intuición, dejaron que la emoción creara una idea, y después la lógica los ayudó a encontrar el camino. La creatividad encuentra la idea, el pensamiento lógico, los pasos.
La creatividad, aunque su nombre lo diga, no crea cosas totalmente nuevas, modifica las anteriores bajo una nueva perspectiva. Albert Einstein lo sabía y lo mencionaba en su frase célebre:
“El secreto de la creatividad está es saber ocultar tus fuentes”.
Analicemos la frase. ¿El creó cosas nuevas? No, las innovó. Le dio un nuevo enfoque. Las ideas nacen, se prestan, o se roban. Así es, no se crean, es por eso que creatividad es innovar. Es crear nuevos patrones de pensamiento. No vas a descubrir el hilo negro, vas a realizar una modificación de algo ya existente. Cambiarás la manera de ver el problema y por ahí empieza su solución.
Otro enemigo es querer imponer nuestras ideas a como de lugar, si estamos en una junta no escucharemos a los demás, estaremos obsesionados por nuestro ego para que nuestra idea sea la seleccionada. O, por otro lado, al ver que alguien tiene una buena idea, el mismo ego tratará de destruir la idea, pues se ha convertido en guerra y deseamos ganar. Aquí lo más importante es no desechar la idea, darle un giro, construir sobre ella, no existen ideas malas, no existen porque una idea es una propuesta, no un argumento.
La planeación excesiva, es parte del proceso anti creativo. Es común y lógico pensar que planear asegura el éxito, pero también lo alenta y puede enfriar la emoción y pasión de la creatividad misma. No habiendo pasión ni emoción, la idea carece del detonante emotivo principal. Pues la intuición llevó a los grandes a hacer descubrimientos, a luchar y conseguir sus sueños. Lo ideal es planear lo básico pero dejar que la emoción guíe e ilumine el camino. La razón y la planeación será una herramienta, no el medio en sí.
La creatividad, por ser activada por la emoción se deja de lado, incluso por las mismas personas y empresas “creativas”, para adaptarnos a un mundo aparentemente lógico y matemático. Pero es ahí donde está la diferencia entre quien vive apasionado contra quien vive robotizado. Los emprendedores y empleos de mayor nivel exigen personas apasionadas e intuitivas, el éxito es de quienes sueñan, creen y se apasionan.
La creatividad tiene varios enemigos, los demás y tú mismo. El más cruel de todos eres tú. La autocensura, el razonamiento excesivamente lógico, el miedo al ridículo, el querer “crear”, los egos, el no saber escuchar y la planeación excesiva son procesos estresantes que no nos permiten utilizarla.
La autocensura es uno de los principales problemas. Imaginemos una junta creativa, todos está abiertos a proponer. Entonces, uno de ellos dice su gran idea, todos oyen, algunos con cara de “no entiendo nada”, otros solo fingen poner atención porque están inmiscuidos en sus propios pensamientos y dejan de escuchar. Al terminar de proponer su idea, lo primero que suecede es que todos la filtran y la comparan con las propias.
Entonces viene el primer enemigo al ataque, el razonamiento excesivamente lógico y el ego, quien dice con argumentos lógicos muy convincentes que la idea tal vez no es práctica, o que no va con los objetivos, o que es muy difícil. La idea muere, el proceso creativo se ha detenido.
No se construye sobre las ideas. ¿Qué pasó aquí? Dejamos que la lógica entre en juego, y el primer enemigo a la creatividad es el pensamiento lógico, pues utilizamos información previa para filtrar las ideas. El aspecto más importante es dejarlas salir, ya estando fuera y sobre la mesa, se seleccionan, se construyen, se modifican, pero se toman en cuenta pues son gatillos que detonarán más ideas.
El que propuso la idea, automáticamente dejará de proponer, de creer en sus ideas, y los demás, al ver lo que sucedió se autocensurarán y, en vez proponer, dirán cosas que creen les gustará a los demás.
Las grandes ideas han partido de ideas descabelladas aparentemente. ¿Cómo comunicarme sin estar frente a una persona? El teléfono. ¿Cómo tener iluminado un cuarto sin fuego? El foco. ¿Cómo estar en contacto con todo el mundo sin moverte de tu silla? El internet. Si en el momento que esas ideas fueron creados, las hubieran juzgado con la lógica, nunca nunca se hubiera realizado. Ellos escucharon su intuición, dejaron que la emoción creara una idea, y después la lógica los ayudó a encontrar el camino. La creatividad encuentra la idea, el pensamiento lógico, los pasos.
La creatividad, aunque su nombre lo diga, no crea cosas totalmente nuevas, modifica las anteriores bajo una nueva perspectiva. Albert Einstein lo sabía y lo mencionaba en su frase célebre:
“El secreto de la creatividad está es saber ocultar tus fuentes”.
Analicemos la frase. ¿El creó cosas nuevas? No, las innovó. Le dio un nuevo enfoque. Las ideas nacen, se prestan, o se roban. Así es, no se crean, es por eso que creatividad es innovar. Es crear nuevos patrones de pensamiento. No vas a descubrir el hilo negro, vas a realizar una modificación de algo ya existente. Cambiarás la manera de ver el problema y por ahí empieza su solución.
Otro enemigo es querer imponer nuestras ideas a como de lugar, si estamos en una junta no escucharemos a los demás, estaremos obsesionados por nuestro ego para que nuestra idea sea la seleccionada. O, por otro lado, al ver que alguien tiene una buena idea, el mismo ego tratará de destruir la idea, pues se ha convertido en guerra y deseamos ganar. Aquí lo más importante es no desechar la idea, darle un giro, construir sobre ella, no existen ideas malas, no existen porque una idea es una propuesta, no un argumento.
La planeación excesiva, es parte del proceso anti creativo. Es común y lógico pensar que planear asegura el éxito, pero también lo alenta y puede enfriar la emoción y pasión de la creatividad misma. No habiendo pasión ni emoción, la idea carece del detonante emotivo principal. Pues la intuición llevó a los grandes a hacer descubrimientos, a luchar y conseguir sus sueños. Lo ideal es planear lo básico pero dejar que la emoción guíe e ilumine el camino. La razón y la planeación será una herramienta, no el medio en sí.
La creatividad, por ser activada por la emoción se deja de lado, incluso por las mismas personas y empresas “creativas”, para adaptarnos a un mundo aparentemente lógico y matemático. Pero es ahí donde está la diferencia entre quien vive apasionado contra quien vive robotizado. Los emprendedores y empleos de mayor nivel exigen personas apasionadas e intuitivas, el éxito es de quienes sueñan, creen y se apasionan.